No apago la luz

Sesenta minutos para el planeta es una hora de música, de televisión, de videojuegos, de diversión y venta, que se pierden por nada, así lo demostraron muchos surcanos el pasado sábado 26 de marzo al no participar del evento La Hora Planeta 2011.

Al promediar las 9 de la noche, un recorrido por las calles de Surco 30 minutos después de iniciado el evento La Hora Planeta 2011, el alumbrado público iluminaba parques, calzadas y fachadas de algunas calles, mientras contadas casas a oscuras alzaban simbólicamente respiros al planeta y entre ellos, reclamos a las autoridades, en modo de protesta por la falta de medidas para el cuidado y recuperación del medio ambiente; otras sin embargo, muy iluminadas solo decían: Yo no apago la luz.

Muchas tiendas y restaurantes sobresalían indiscutiblemente por el contraste con las casas de los alrededores en la Urbanización San Ignacio de Loyola, en un acercamiento a los trabajadores de uno de los restaurantes, manifestaron que no sabían a cerca del tema y que no les habían dado instrucciones de apagar las luces. Por otro lado, las bodegas como en cualquier otro día tenían sus puertas abiertas a cualquier intención de compra. «No puedo vender con las luces apagadas», indicó Chuar Ordoñez, dueño de una bodega.

Por las avenidas principales, como Benavides, se pudo observar tiendas de comida rápida y supermercados sumarse a la causa apagando el 25% de sus luces durante toda la hora prevista para el evento. «Nosotros hemos puesto de nuestra parte, hemos apagado el 25 % de nuestra iluminación, pero hemos visto que otros establecimientos no han cumplido como debería ser… por una falta de conciencia”, aseveró Henry Velazques, encargado de seguridad de una de las tiendas.

La Municipalidad de Surco participó apagando las luces de sus principales parques, como el Parque de la Amistad, el cual estuvo a oscuras durante todo el evento. Por otro lado, las casetas de serenazgo estuvieron todo el tiempo iluminadas. «Nosotros no tenemos ninguna indicación para apagar las luces, necesitamos la iluminación para poder trabajar; ahora imagínese, al cortar el fluido eléctrico la delincuencia se empieza a suscitar, por eso es un llamado voluntario, más que nada, para los hogares”,  manifestó un sereno surcano.

Faltando poco para finalizar el evento, las calles mostraban el mismo movimiento que en cualquier fin de semana: muchas personas movilizándose de un lado hacia otro, tiendas abiertas con personas entrando y saliendo cada 5 minutos,  y por las pistas, vehículos pasando y repasando como en cualquier día. Sin duda es muestra de la falta de consciencia de las personas, de difusión a través de los medios y de cooperación.

Cuando el reloj señalaba el término del evento contadas casas se iluminaban, sin saber si  sus habitantes prendían sus luces por el fin de La Hora Planeta o porque recién. Para muchos transeúntes la convocatoria no tuvo éxito. “Es un fracaso total, yo no apagué mis luces porque tuve una reunión familiar. Que se haga un domingo, donde están todas las personas reunidos en familia, y que el padre o la persona que está como cabeza de la familia pueda asimilar, asumir y explicarle a los demás de lo que se trata este evento”, dijo Alfredomanuel Híjar.

Sin duda alguna estamos en el camino correcto hacia el cuidado de nuestro medio ambiente, pero,  cuando empecemos a cuidarlo ¿no será demasiado tarde?  «Concientizarnos un poco más… es el mundo donde vivimos», resaltó Henry Velazques.