LA AMIGDALITIS DE TARZÁN- Alfredo Bryce Echenique

1.      Aspectos biobibliográficos

1.1  Autor

Nacido en Lima el 19 de febrero de 1939, Bryce se crió en una familia de banqueros. Nieto de un presidente de la República y descendiente del último virrey del Perú, el escritor tuvo una infancia dorada y frecuentó los mejores colegios de Lima. Esa época ha quedado inmortalizada en “Un mundo para Julius”, evocación del universo extravagante y cruel de la alta burguesía limeña, venida a menos pero no por eso menos celosa de sus buenas maneras.

En 1957, ingresó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en donde estudió simultáneamente Letras (Literatura) y Derecho. En 1963, obtuvo el título de abogado y en 1964 el de Licenciado en Letras, con una tesis titulada «Función del diálogo en la narrativa de Ernest Hemingway». A fines de ese mismo año viajó a Europa para seguir cursos en la Sorbona, en donde obtuvo diplomas en Literatura Francesa Contemporánea y Clásica y preparó una tesis doctoral en Literatura, aún no sustentada. Desde entonces, ha enseñado en varias universidades francesas: Nanterre, Sorbona y Vicennes, Montpellier…

En 1977 aparece su novela “La pasión según San Pedro Balbuena que fue tantas veces Pedro, y que nunca pudo negar a nadie”, cuyo título quedará reducido, por la fuerza, al de “Tantas veces Pedro”. Además por esos años publica el volumen “A vuelo de buen cubero y otras crónicas”, que revela su vinculación al nuevo periodismo norteamericano y su visión del sur estadounidense que visitó gracias a una bolsa de la Fundación Guggenheim. Su pasión por el periodismo se ha mantenido intacta hasta hoy, y lo ha convertido, sin duda, en uno de los grandes cronistas latinoamericanos.

Además de sus cuentos, reunidos por Alfaguara en 1995, Bryce es conocido por dos novelas emblemáticas: “La vida exagerada de Martín Romaña”, publicada en 1981, abre el díptico “Cuadernos de navegación en un sillón Voltaire”, que cerrará con “El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz” en 1984 y con el relato “Una carta a Martín Romaña”, incluida en la colección “Magdalena peruana y otros cuentos” (1986). Eterno viajero, su mirada irónica reencarna en una amplia galería de personajes que se han movido siempre entre la necesidad de la búsqueda del camino y la constatación de la pérdida de rumbo, por lo cual quedan vinculados, en primer lugar, al desamor y a un desarraigo de alcances diversos. Su visión de la Europa que conoció en sus correrías académicas cobra una dimensión nueva y desmitificadora, que abarca lugares y acontecimientos como el mayo del 68 a las luchas de la izquierda hispanoamericana.

En 1988 se publica Crónicas personales, que supone la ampliación de las editadas años atrás. Regresará a la novela con “La última mudanza de Felipe Carrillo”, de 1988, a la que no volverá hasta “No me esperen en abril” (1995). Entretanto, había editado las tres novelas breves de “Dos señoras conversan” y un curioso volumen de memorias (o antimemorias) “Permiso para vivir”.

“Reo de nocturnidad” (1997) supondrá su exitoso retorno a la novela. Poco después llegará la publicación de los, hasta el momento, últimos cuentos, en “Guía triste de París” (1999), y de la novela “La amigdalitis de Tarzán” (1999), cuya traducción italiana obtuvo este año el prestigioso premio Grinzane Cavour.

Alfredo Bryce Echenique, escritor peruano, figura muy destacada de la generación posterior al llamado boom.

Ya había sonado como ganador del Planeta. Y el año pasado lo ganó bajo el seudónimo Stanley Black, autor de un manuscrito titulado “El huerto de mi amada”. Una novela que confirma la maestría literaria del más nómada de los escritores latinoamericanos.

1.2  Obra

LA AMIGDALITIS DE TARZAN

Madrid: Alfaguara, S.A, 1999, 319pp.

 

2.      Aspectos estructurales

2.1  Argumento

Alfredo Bryce nos cuenta en esta novela la historia de amor de una pareja, Juan Manuel y Fernanda María,  que tuvieron un amor envidiable, pero algo les faltó, como dicen ellos mismos: “Estimado tiempo de llegada”, les faltó sintonizar al tiempo, deseaban haberse conocido teniendo a las circunstancias a su favor. Como dice Juan Manuel del Carpio, fueron mejores por carta, y es que la mayor parte de su relación quedó plasmada en  innumerables  epístolas, fueron con las epístolas que defendieron su amor burlando cualquier distancia física, haciendo también afrenta a su realidad.

Se conocieron por primera vez en Roma, se conocieron de vista, aparentemente cautivándose uno con el otro, tiempo después las casualidades de la vida los iban a poner en una misma reunión, con lo que empezaría todo. En ese entonces Juan Manuel Carpio estaba atravesando una difícil etapa por el abandono de su esposa, Luisa, mientras recibía el consuelo y cariño de Fernanda María, con quien mantuvo una relación, ella se esforzaba por alegrar cada instante de Juan Manuel Carpio, hacía suya las canciones que Juan Manuel escribió para Luisa y las que muchas veces lloró y de quién esperó su regreso, sin embargo como toda mujer desea también ser mimada, amada, correspondida, Fernanda, fastidiada, por la persistente presencia de Luisa en los recuerdos de Juan Manuel, se fue a Chile para estudiar Arquitectura, ya que en París no podía convalidar cursos, antes de de llegar a Chile hizo una parada en Lima y dispuesta a todo fue a buscar a la amada de Juan Manuel, Luisa, a quien la actualizó de su romance con Juan Manuel y de quien consiguió como único recuerdo una cachetada. Sucedió así, mientras ya muy distantes, Juan Manuel lamentado la ida de Fernanda, por la existencia de su amor por ella, pasaba el tiempo y Juan Manuel volvió a saber de Fernanda, dándose por enterado de la visita a Luisa en Lima y de la existencia de Enrique, su esposo, y un tierno bebé, ya se encontraba casada, las circunstancias no permitían su relación ahora que Juan Manuel estaba dispuesto a todo con Fernanda María, es así como en París teniéndolos como huéspedes se inicia el romance casi clandestino, y después de eso empezaron las cartas, los viajes, las semanas de entrega total al ser amado; por otra parte, paralelamente Fernanda sufría un exilio, por ello viajó a París, pero no fue el único viaje que realizó, en su país también se vivían tiempos trágicos, una de las razones de sus tantas mudanzas, mientras las cartas continuaban.

Juan Manuel harto de la situación, decide ver a Fernanda María que ya tenía su segundo bebe, Marianita, y coincide con un viaje que Enrique realiza a California donde se encontraban, toda la familia y Juan Manuel de visita. Pasaron noches tensas, hasta que en una de ellas con copa en mano las verdades salen al aire, el amor aún vivo y fogoso entre Juan Manuel y Fernanda María, sin más para la noche Enrique, con antecedentes de alcohólico y agresión física, no puso más peros que el solo “espérense hasta mañana”, pedido que no tuvo fruto, la pareja de enamorados y con mal “estimado tiempo de llegada” pudieron irse al motel de enfrente con aparente consentimiento por Enrique, quizás fue porque ya resultaba inevitable un encuentro entre ellos.

La recaída de Enrique en el alcohol fue inevitable, pero también supo levantarse, viajó a Chile por el estado de salud de mi madre; a Juan Manuel le iba bien; para Fernanda la situación mejoraba y con Enrique en Chile sentía todo bien. Por el aparente mal estado de salud de la madre de Enrique, hizo que Fernanda viaje a Chile en dos ocasiones para que Rodrigo y Marianita puedan conocer a su abuelita. Fueron difícil momentos los que atravesaba Fernanda María, a pesar de ello, poco después, Juan Manuel prefirió el silencio, mientras Fernanda continuaba escribiéndole, tiempo en el que Juan Manuel conoció a una chica que despertó emociones en él, haciendo que la recuerde de una manera muy peculiar, después de su muerte, en los jardines que ella arregló en su casa, como “Flor a Secas”. Fernanda enterada y muerta de celos continuó escribiéndole, y después de un largo silencio contestó. Fueron como 20 años el tiempo que duró la comunicación epistolar que mantenían. Ni bien se iban alejando no pasaría mucho tiempo para que Fernanda encontrara a otra persona a quien amar, se trataba de  Bob, un paciente norteamericano, quien hizo el papel de pareja nada sacrificada, quien no puso todo de sí para una relación de tal magnitud debido a las circunstancias. 

Para Juan Manuel y Fernanda María ellos eran el uno para el otro, tenían amor pero, con lo que no contaban era con el “Estimado tiempo de llegada”, las circunstancias no les permitían darse por completo.

            2.2 Género y especie: narrativo y novela

            2.3 Medios referidos:

                        a. Personajes

Protagonista: Juan Manuel Carpio, limeño de segunda generación, de abuelo paterno andahuaylino con quechua como lengua materna, de abuela puneña, su padre fue vocal de la Corte Superior. Estudió en la Universidad Mayor de San Marcos, Facultad de Letras, especialidad de literatura. Se casó con Luisa de quien no se llegó a divorciar sin llegar a tener ningún hijo. Es cantautor.

Coprotagonista: Fernanda María de la Trinidad Monte Montes, señora que tuvo la mejor educación proporcionada por sus padres, de una Familia de renombre en El Salvador, que en su momento gozaban de una buena economía hasta la muerte de su padre, Fernanda trabajó en París, estuvo con Manuel Carpio, después se llega a casar con Enrique, con quien llega a tener dos hijos. Mantiene una relación paralela con Manuel Carpio. Viaja por diversos países a raíz de la situación política que atraviesa Chile y El Salvador.

Principales: Rafael Dulanto (muy amigo de Fernanda y Juan Manuel), Enrique (el esposo de Fernanda).

Secundarios: Luisa (La esposa de Juan Manuel), María Cecilia (hermana mayor de Fernanda), Susy (hermana que vive en París), Rodrigo y Mariana (hijos de Fernanda y enrique), Charlie Boston (amigo de Fernanda y Manuel), Don Julián d’Octaville, Julio Ramón Ribeyro, Edgardo de la Jara.

b. Tema (acción): Una relación sentimental que mantuvieron Juan Manuel  y Fernanda por medio de cartas y con acordados encuentros amorosos, a pesar de que Fernanda ya se encontraba casada poco tiempo después que terminara su relación “formal” con Manuel, dentro de las tempestades de distintas intensidades que cada uno por su lado atraviesa llegan a hacer saber su relación, sin embargo las circunstancias no permiten la entrega completa de estas dos almas gemelas que no tuvieron a favor de ellos a su tan odiado señor Tiempo.

                        c. Tiempo: 1967-1998

                      d. Espacio: Roma, París, ciudades de Estados Unidos (Oakland,…, California), San Salvador, México, Chile, Perú.

          e. Componentes sociológicos: predomina ambiental; cultural con el siempre fondo de la guitarra de Juan Manuel Carpio; presenta    un trágico panorama político, problemas sociales, el exilio que sufre la familia de Fernanda María de Chile y la huida de El Salvador.

            2.4 Ubicación del autor: Narrador subjetivo y Protagonista

            2.5 Relación lector – obra: Lector activo

 

            2.6 Medios técnicos:

                        a. Organización: se divide en cinco capítulos con nombres

                        b. Actitud en la expresión literaria: narración y diálogo

                        c. Niveles de lengua: Supra-estándar

                        d. Tipos de lenguaje: expresivo

                        e. Recursos estilísticos:

 

Símil:

“… cuya voz salía incesantemente de un disco al que había acudido como un náufrago a una boya.” (pág. 156)

“… y que siempre me hacen sentir que mi amistad por ti es sólida como Gibraltar.” (pág. 175)

“… y me quitó cualquier veleidad de andar lanzándome al río a cada rato, cual Tarzán.”(pág.177)

 

Metáfora:

“…sus ojos  siguen llenos de las mismas estrellas que tú viste en México.” (pág. 158)

“El trago para él es un monstruo tenebroso y nefasto que hace mucho tiempo le ganó la partida y le mostró su feo rostro.”

 

Epíteto:

“…y clavándome tal mirada de ojos verdes, que sólo así entendí…” (pág. 35)

 

Elipsis:

“… para encerrarte y escucharte y componer música, que es lo que a ti te ha gustado y ayudado siempre.” (pág. 160)

“Pero te la mando porque me gusta hablarte  y lo necesito” (pág. 160)

 

Hipérbole:

“Pero era joven, componía las canciones más lindas del mundo, aún incomprendidas, eso sí, y tenía una maravilla de esposa esperándome siempre en París.”(pág.21)

“… y esas cosas a mí me matan de celos.” (pág. 171)

“… aquí donde hasta los muertos me conocen.” (pág. 175)

 

Hipérbaton:

“Es duro, sabes, comprobar que todas tus hermanas se han ido con ánimo de no volver más de visita y cada vez menos.” (pág. 160)

“…pero sólo cuando le ganamos la partida, lo cual, seamos sinceros, Mía, no  ha sido nunca el caso de Enrique.”(pág. 168)

 

Antítesis:

“… en vez de correr y correr para estar siempre en ningún lugar” (pág. 17)

“… llegada a París, solita su alma y recién posgraduada de todo y de nada, en Suiza.” (pág.23)

“…como siempre has estado, como nunca has estado, como estás y estarás.” (pág.71)

“… pienso siempre en ti y eso me alegra y me hace bien, y me hace mal, y me hace bien otra vez.”(pág.77)

“No te imaginas lo que te he extrañado y odiado y vuelto a extrañar y a odiar.”(pág. 174)

 

Anáfora:

“Corro y corro y corro todo el día. En la mañana corro a dejar a los niños al colegio, corro a la oficina, corro en el trabajo, corro para almorzar,…” (pág. 16)

 

 

Polisíndeton:

“…, y te agradezco que me hagas sentir siempre tu grande y dulce amistad y ternura” (pág. 161)

 

Asíndeton:

“Todo pasó así, mi amor, Juan Manuel Carpio, mi amado amigo.”(pág.153)

 

                        f. Corrección gramatical:

·         “Conservo una copia de ese cuaderno que Maía me envió una vez, como quien dice que linda el habla de tu tierra o de donde sea…” (pág. 18).

-… como quien dice que lindo el habla de tu tierra…

·         “…tanda de viejos verdes y habráse visto cosa igual…” (pág. 22)

-… y habrá visto cosa igual

·         “Tu seguirás con tu ronda por esas islas, y espero que el mar y el sol te darán fuerzas y optimismo.” (pág.81)

-… y el sol te den fuerzas y optimismo.

·         “…el actual presi de Costa Rica” (pág,104)

-…con el actual presidente de Costa Rica

·         “Con lo grandazote que es, fíjate tú, y con el gran talento que tiene…”(pág. 118)

-Con lo grandote que es…

                        g. Estilo: Metafórico y poético

3.         Comentario

El título de la novela “La amigdalitis de Tarzán”, sin lugar a duda, corresponde a un autor con estilo metafórico y poético. Tarzán en esta novela, que muy bien describe Alfredo Bryce Echenique, es Fernanda María  de la Trinidad Monte Montes quien es comparada con Tarzán por el entusiasmo y optimismo que emana desde su personaje, como para todos, no todo es color de rosa y hasta la mirada más optimista tiene sus bajas,  y son estas bajas las amigdalitis que a todos nos toca vivir algunas veces, literalmente hablando.

Es la segunda novela que voy leyendo de Alfredo Bryce Echenique, un excelente novelista. La amigdalitis de Tarzán encierra esa capacidad tan exquisita que tiene Bryce como escritor, y que muestra para el deleite en cada línea de sus obras, las descripciones que realiza mostrándonos las circunstancias de los sucesos valiéndose además de recursos estilísticos y de epístolas integradas hace de esta novela más valiosa aún, adornando de esa manera el panorama que nos es contado y haciéndolo más romántico aún.

El recurso de las epístolas es una gran estrategia que tomó Bryce, las epístolas tienen al lector a la expectativa y hace crear juicios propios de lo que trae cada carta de amor, en particular a mí me encantó el relato con epístolas en casi toda la obra.

Dentro de un contexto de crisis política Bryce desarrolla toda esta historia de amor, que lucha por no dejarse vencer a pesar de las circunstancias y por la gran desventaja que representa no contar con el tan anhelado “Estimado tiempo de llegada” a su favor. Es un relato realmente envolvente, una situación que nos invita, quizás, a la reflexión acerca de nuestras relaciones amorosas, las personas que dejamos ir por no saber actuar en el momento indicado. También  nos muestra un amor puro que burla la distancia, lo que lo hace admirable.

No se puede pasar por alto la conjugación de los papeles de narrador y protagonista que tenía Alfredo Bryce en su novela, una combinación que nos mantenía atentos en la lectura y que nos mostraba un panorama a través de las descripciones desde la posición subjetiva del narrador, y a un Juan Manuel Carpio  transparente. Y tampoco  nuestro papel de lectores activos, ya que los sucesos no son lineales y hay constantes saltos al pasado.

Es una gran novela “La amigdalitis de Tarzán”, la calidad con la que escribe Alfredo Bryce Echenique sirve para el deleite de sus muchos lectores, quienes tenemos la suerte de poder leer algunas de sus obras, producto de su gran talento, por tanto, es muy recomendable.